El concepto y el sentido de la autonomía está vinculado al concepto de empoderamiento en salud mental y a la idea de que las personas Discapacidad psicosocial y sus familias deberían ejercer una participación más activa en los procesos de recuperación y así mejorar su calidad de vida.
Y es que la participación “se considera un derecho inherente a su condición de ciudadanía”; el empoderamiento es, pues, un fin en sí mismo: “es saber ver y reconocer las capacidades que se tienen para llevar las responsabilidades a cabo”.
Una de las principales asignaturas pendientes en la atención comunitaria es la insuficiencia de recursos específicos de soporte social, lo que supone un obstáculo fundamental para el mantenimiento e inclusión comunitaria de muchas personas con Discapacidad por trastorno mental generando múltiples consecuencias negativas que van desde el aumento de ingresos o estancias hospitalarias, situaciones de abandono y marginación o situaciones de aislamiento y dificultades de funcionamiento psicosocial.
Ello hace imprescindible, para una adecuada atención integral a sus distintas necesidades, evidentemente no solo ofrecer tratamiento psiquiátrico sino también programas de apoyo social que les apoyen de un modo flexible y continuado para favorecer ciudadanía Universal.
Muchas de estas acciones que facilitan están disponibles en nuestra web: